El movimiento estudiantil, aclarando algunos puntos
Por El Reno
5 meses han pasado desde que se iniciaron las protestas educacionales en el país. 5 meses en donde los estudiantes, tanto secundarios como universitarios, no han bajado los brazos y no se han rendido en pedir lo que es justo, educación de calidad y gratuita. Algo raro para un país cuya sociedad está acostumbrada a que la pisoteen. Algo nunca antes visto para el promedio chileno, el cual ha crecido con la idea de que alegar mucho es malo, mal visto y hasta desubicado. Mas aún, cuando se alegan cosas “imposibles”. Curioso, porque siempre los políticos ofrecen soluciones a problemas imposibles y nadie les dice nada, pero basta que jóvenes propongan soluciones para que muchos digan “no pidan cosas imposibles”.
¿De qué se habla hoy?, ¿Cual es el tema que está en boga?, ¿Cual es el discurso del gobierno, ahora?. Lo primero sería, que es lo que quiere la gente y que es lo que el gobierno cree que quiere la gente. Los temas principales que se han mantenido a lo largo de estos 5 meses han sido el tema de la gratuidad de la educación (para las instituciones públicas, en el caso de universidades las que pertenecen al CRUCH) y de que el estado no financie el lucro en la educación. Sobre esto, muchas encuestas se han hecho y los resultados se han mantenido: la gente, en su mayoría, apoya estos dos conceptos. El gobierno tiene sus primicias también, las cuales se han mantenido de igual forma. Estas son 2 principalmente, que la educación no puede ser gratis para todos y que el estado no debe dejar de financiar a aquellas instituciones educacionales que tengan fin de lucro. Es decir, que el gobierno, el cual fue elegido por la gente, no escucha a la gente. Ha quedado demostrado por medio de encuestas, marchas, apoyo ciudadano, cacerolazos y hasta un plebiscito ciudadano que la mayoría de los chilenos apoya mas las propuestas estudiantiles que las de gobierno. En este último, mas allá de que los resultados puedan ser dudosos, queda claro que hay participación ciudadana y que hay interés en cambiar el sistema educacional. Interés que no llega a ojos del gobierno, ya que su actuar es de observar y seguir implantando sus principios. Lo que preocupa de todo esto, es que cuando a uno no lo escuchan, ocupa técnicas más extremas para ser escuchado. Imagínense lo que irá pasando semana a semana, en que el gobierno siga sin escuchar.