El fin de una larga espera
Por Veronica Palma
La Corte Suprema entregó la sentencia definitiva, a los condenados por el asesinato del General Prats y su esposa Sofía Cuthbert. Después de tanto tiempo de sucedidos los hechos (Buenos Aires, 30 de septiembre de 1974) y tras una larga investigación, la Suprema entregó su veredicto final. Se rebajaron las penas de primera instancia y dejó sin beneficios a los líderes de la DINA (Dirección de inteligencia Militar): Los militares en retiro Manuel Contreras y Pedro Espinoza. Pero además sentó un importante precedente, al confirmar el delito de sociedad ilícita de los miembros de la DINA.
La investigación de la Corte Suprema se originó luego que la jueza argentina, María Servini de Cubria, solicitara la extradición para cinco ex integrantes de la DINA. La Corte Suprema denegó en dicha ocasión la petición, explicando que los requeridos tenían procesos abiertos en nuestro país. La jueza trasandina había solicitado las extradiciones, puesto que en el juicio que se llevó a cabo en su país por el Asesinato del matrimonio Prats, al civil chileno Enrique Arancibia Clavel, a quien se le había condenado en su calidad de participe del doble asesinato y también por ser miembro de una asociación ilícita, por su pertenencia a la DINA, había dejado suficiente evidencia de la participación de los demás miembros de la DINA en el crimen.
La Justicia chilena al denegar las extradiciones adquirió el compromiso de juzgar en nuestra tierra el accionar de la DINA en el asesinato de General Prats y su esposa. Es así como finaliza la expectación generada no sólo en Chile por esta sentencia. Demostrando el brutal accionar tanto en nuestro país como en el extranjero de la DINA, una organización terrorista que actuó con recursos estatales tanto en el crimen del General de Ejército Carlos Prats y su esposa Sofía Cuthbert en Argentina, como también sucedió con el ex Ministro y embajador Orlando Letelier y su secretaria Ronnie Moffit en Washington.
Mi más sentido respeto a las hijas de General Carlos Prats y la Señora Sofía Cuthbert, por no rendirse y luchar porque se impusiera la verdad _ por difícil que esto fuera_ en el muerte de sus padres.
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